Se me acaban las vacaciones

El lunes se me acaba este mesecito de vacaciones que me ha venido divinamente de la muerte. Una semanita en Madrid haciendo de rodriguez y tocandome los wuitos sin nada que hacer y relax durante una semana. Luego cuatro días en el pueblo en el que aproveche para continuar el desestrese e incluir las fiestas de San Lorenzo el viernes 8. Acotación, que fiesta más sosa las del escorial, menos mal que una semana más tarde las fiestas de la Paloma en Madrid arreglaron la sensación de que esas fiestas son como un fin de semana normal.

Pero bueno tras esta fiestecita y un tranquilo finde en Robledo vuelta a Madrid ¿para currar? No, Dios me ha librado. Basicamente que los aviones no salen del pueblo y para ir a Lisboa había que salir de aquí.

Asi con la inestimable compañía de Elena al avioncito y vuelo de una hora hasta Lisboa para al final aterrizar a la misma hora del despegue, gracias al juego que ofrecen los cambios horarios. Pero bueno llegar, dejar las cosas en el hotel, comer algo y poco más antes de iniciar el paseo desde Marqués de Pombal hasta la plaza del Comercio para luego iniciar el ascenso de la Alfama hasta el castillo de San Jorge cuando la tarde estaba en su cenit, asi que, tras un paseo por el barrio de la fortaleza (el día que lo arreglen va a ser la releche) nos bajamos a intentar tomar algo en una terraza con unas vistas impresionantes y una camarera mala e incompetente de narices nos privó de ese placer aunque nos permitió descansar tranquilamente antes de volver tranquilamente hacia el hotel para cenar, descansar y prepararnos para el segundo asalto.



Y es que si una tarde por la Alfama es imprescindible la visita a Belem, a la torre, a los Jerónimos (lo que me gustará perder horas y horas en ese claustro) una visitita al centro cultural, visita exterior al monumento de los descubridores y al Museo del Coche. También podeis ir al museo de arqueología o al de Marina, que aprovechan partde del antiguo monasterio, el del Coche esta en una esquina del recinto del palacio del presidente de Portugal, aunque el palacio de Ajuda estaba cerrado. Y por la tarde cambio de registro, hasta la zona de la expo, con sus enormes edificios modernos y su, aiss como me gusta, Oceanario ideal para hipnotizar a tu compañera de viaje :D para terminar cenando por allí y preparar las compras para la visita a Sintra, de la que tenía muy buenos recuerdos.







Pues tras un contratiempo estomacal que nos tuvo parado casi todo el día salvo la visita a la Fundación Gubelkian, gran museo de arte de Lisboa y mejores jardines asi como centro de dinamización cultural, y un paseo por el parque Eduardo VII, fuimos a donde queríamos al paisaje de cuento: Sintra. ¿Qué tiene Sintra que a mucha gente le encanta? Miles de turistas, un autobus que te pega una clavada por subir hasta los castillos, calor y una ciudad que en verano vive totalmente volcada en pegar el sablazo al turista. Ahora bien, los palacios de la Pena y el Nacional, el castillos de los Mouros, la quinta Regaleira, el Ayuntamiento y la sierra constituyen un conjunto espectacular que hará las delicias de todos aquellos que lo visiten, especialmente si evitas el verano y lo visitas en Mayo, principios de Junio.

Otra recomendación, el tren es barato, los buses no, más de tres euros por ir de Sintra a Cascais, un trayecto de menos de 20 km y que tampoco es un prodigio de velocidad. Cascais es un sitio muy agradable pero no tiene unas playas kilométricas aunque no estan mal si evitas la mañana y las aglomeraciones pero se nota que el dinero fluye por esa zona. Total, Estoril esta tocando Cascais de forma que son casi una. Y por ahí trascurre el tren, entre los pueblos y ciudades costeras y el mar. Ver el atardecer alli es genial.


Y te quedas con ganas de meterte en las entrañas del chiado, la baixa, el barrio alto, alcantara o estrela, pero para eso te hace falta un poco más de tiempo.

La segunda parte incluirá las vacaciones en la playa y las fiestas de robledo, pero eso ya sera el lunes.