Ya no soy un novato

Después del partido de este fin de semana reflexionas y te das cuenta de que la edad va pasando y son en esos momentos en los que te das cuenta de que aunque eres joven llevas ya un tiempo y temporadas sobre tus espaldas en las que ya has vivido casi todas las situaciones que los lances del juego pueden depararte.

Pero lo más importante no es eso, es que te das cuenta que cuando te encuentras con jugadores a los que has tenido hace años o con sus padres, ellos se acercan a saludarte, a preguntarte que tal todo, a contarte como los niños, que en muchos casos ya no son tan niños, y hacen su vida como personas integras que están aprendiendo su camino. Y te gusta creer que algo has podido influir en ellos. Al fin y al cabo es la ilusión lo que te ayuda a seguir.

Y es que amiguetes, por estas fechas, tendría que investigar por ahí, pero fue a finales de enero, principios de febrero de hace nueve años cuando dirigí mi primer partido en solitario con derrota en Ciempozuelos por 8 a 1. Me acuerdo hasta de quién metió nuesto gol, Nacho, pero no de como lo hizo. En ese equipo estaba mi hermano y también Mili, que ahora pringa como director deportivo en el Sport.

A eso me refiero, ahora ellos son la nueva generación, los novatos que son ellos los que van aprendiendo y a los que si la suerte les acompaña no pasarán por malos momentos que de momento yo también he podido evitar en ese ámbito. Llorarán de alegría y de tristeza, de rabia, de amor, reirán con las ocurrencias de sus críos, gritarán de alegría, disfrutarán de los goles en el último instante, caerán cuando el penalti decisivo sea escupido fuera, discutirán con los árbitros, se encararán con los padres propios y contrarios, chocarán sus opiniones con los otros que se sientan junto a ellos y tendrán que reflexionar sobre sus decisiones, empujarán los balones como si remataran ellos los balones y tendrán subidones de adrenalina cuando consigan lo que es imposible.

Todo eso lo he vivido y aún creo que me falta mucho más por aprender, pero lo cierto es que puedo decir tranquilamente que ya no soy un novato, aunque aún me falta muchísimo por aprender, si bien lo intento día a día.