jueves, 15 de noviembre de 2007

Berlin II

Nos quedamos en el capitulo anterior con el hecho de que nos acercamos a la Puerta de Brandemburgo y enfrente, el Reichstag con su reestrenada cúpula de cristal y un trozo de "muro" de plástico pintado con grafitis para rememorar el elemento que durante 40 años separó los dos Berlines.

En ese momento la lluvia ya empezaba a ser molesta y la hora de comer se iba acercando poco a poco. Tras las fotos de rigor a Brandemburg Tor, nos dirigimos al Reichstag cuando una ventolera de impresión se levantó acompañando a la lluvia, lo que unido a la sempiterna cola del parlamento hizo que decidieramos suspender esa visita hasta momento más propicio, momento que no se encontró ya. En la oficina de turismo nos encontramos con un tio un poco borde y muy limitado a nivel idiomático (sólo una persona en la oficina y sólo hablaba inglés, que mal no nos viene, pero en muchos otros sitios esos puestos son al menos para personas trilingües o para dos personas) y no nos quedó nada claro lo que nos ofrecia la tarjeta que nos compramos para obtener descuentos por Berlin, pero es lo que pasa cuando vas por ahí, que a veces no consigues exprimir todas las posibilidades que se te ofrecen.

Pero volvamos al tema de Berlin, ya eran más de las dos y te planteas que es una buena hora para comer, por lo que te diriges hacia la zona de Unter der Lieden y tras ver las curiosas tuberías elevadas que decoran ciertos puntos de la ciudad (según Cristian era una solución provisional mientras estaban de obras, pero en muchos puntos ya llevan 20 años) nos dirigimos a los alrededores de la embajada británica (con su calle completamente cerrada al tráfico en pleno centro de Berlin) donde decidimos entrar a comer en un Block House, la versión berlinesa del Foster´s donde por las horas, ya había poca gente porque no son horas más que para los españoles y, efectivamente, allí estaba otro grupo de españoles con los que vinimos en el avión y luego llegaron otras dos parejas cuando casi nos ibamos. El resultado es que salimos de comer de allí a las tres y algo y no tardaríamos en encontrarnos con una sorpresa un poco desagradable. A las cuatro anochecía, con lo cual el bajón que nos pegó fue de órdago y todo ello antes de haber hecho siquiera la tercera parte del recorrido previsto.

Asi que al final, bajamos que te bajamos (bueno, ibamos al sur, porque bajar en esa ciudad poco) hasta llegar al Checkpoint Charlie el punto más famoso de control yanki que aún se conserva tal y como era en la primera época de la guerra fría. Allí se encuentra un museo donde se encuentran muchos de los planes de huida de Berlin Oriental y que están allí depositados al ser en ese edificio un lugar de reunión para esperar la huida de sus conocidos del otro lugar del muro. Y tras la visita a ese punto turistico, vuelta hacia Unter der Lieden en esta ocasión con un objetivo entre ceja y ceja, Gendarmenmarket, una inmensa plaza con dos iglesias gemelas a ambos lados de la plaza y uno de los edificios de la ópera (es que hay varios) situado en todo el centro de la plaza, presidiéndolo.

Continuará...

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