viernes, 16 de noviembre de 2007

Berlin III

Y en la plaza de Gendarmenmarkt se hiz opatente la tónica de toda esa tarde - noche (eran menos de las seis y era una noche cerrada cerrada) un frio terrorífico acompañado de lluvia y viento. Y eso en una plaza abierta tiene miga. Pero como todo el recorrido esta salpicado de calles anchas y plazas enormes pues el frío se te acaba metiendo en los huesos, porque no hay nada que te proteja.

Bueno, pues desde allí salimos por la parte trasera de Unter der Linden por la calle paralela donde nos encontramos con agradables sorpresas como una iglesia neogótica convertida en sala de exposiciones, un edificio del Bundestag, antiguo, otro del Deutsche Telekom con una inmensa pantalla de televisión del tamaño de una pantalla de cine. Y así llegas hasta un brazo del río que conforma la isla de los museos en su centro. Lo primero que vimos después de girar hacia el norte es la impresionante Berliner Dom, la catedral de Berlin, un inmenso edificio coronado por una enorme cúpula de Bronce inspirada directamente en San Pedro.

Conforme vas avanzando hacia la avenida te encuentras con que uno de los puentes esta en obras, de remodelación de sus estatuas, pero las de la otra acera son bastante interesantes. Cuando al fin llegas a la explanada de la isla te encuentras con una exposición de esculturas de Botero, siempre divertidas, entre la Berliner Dom y el Altees Museum. Pero el frio y la falta de luz pospusieron la visita hasta el día siguiente. Desde allí sigues avanzando hacia Alexanderplatz, que aunque esta al lado se tarda casi un cuarto de hora desde la catedral hasta la Torre de Comunicaciones. Alex es el centro neurálgico de la ciudad. Es una inmensa plaza donde están el Ayuntamiento Rojo, la fuente de Neptuno, la Torre, el Aqua Dom, las estatuas de Marx y Engels, otras estatuas de la época comunista, un parque, un centro comercial a los pies de la Torre y la Iglesia de Marienkirche además de las vías del tren y la estación. Vamos que hablamos de una plaza que pequeña no es, más o menos como de Callao a Sol de largo, por San Martin a Montera de ancho. Esto es, inmensa.

Allí Marcos tuvo que comprarse calzado nuevo puesto que sus zapatillas se estaban calando y tuvo que comprarse unas botas nuevas de alta resistencia a un precio bastante aceptable, lo que viene a demostrar que Berlin no es una ciudad especialmente cara. Siendo ya cerca de las siete y media decidimos ir al hotel y hacer un descanso de una hora antes de decidir donde ir a cenar.
Allí, descansando y dormitando tomamos contacto con otro de los iconos alemanes, en este caso a nivel musical, un grupo de punk-rock-pop bastante friki y superfamoso en Alemania con veinticonco años de carrera en sus espaldas: Die Artze. Si podeis veer alguno de sus videos, vereis como no os decepciona al menos la curiosidad.

Después de un merecido descanso decidimos irnos a cenar a Postdamer Platz convencidos de que por allí algo habría para cenar interesante. Asi vimos el Sony Center y su espectacular cúpula plaza, los rascacielos, el moderno teatro en el que se interpretaba Mamma Mia (hay cosas que no cambian por mucho que te muevas por Europa) y acabamos en un centro comercial engalanándose para las navidades cenando en un asiático donde probé la comida más picante que jamás he probado (bueno, yo y todos los demás, de hecho el plato allí se quedó porque ese arroz tenía picante para aburrir, pudo hasta con Mac) y donde finalmente decidimos que ya era hora de irnos a dormir, dispuestos a levantarnos temprano para aprovechar el día y las horas de luz del sábado, un día movidito en el que descubrimos algunos de los más grandes tesoros de Berlin.

Continuará...

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