martes, 16 de octubre de 2007

Omega


En el s XXIII la humanidad ha dado el salto al hiperespacio y se ha sorprendido con lo que se ha encontrado ahí fuera. Los exploradores espaciales han encontrado unas nubes desconocidas que se dirigen y destruyen las civilizaciones con las que se encuentran. Ocurrirá que dentro de mil años una se dirigirá a la Tierra y son pocos los que se preocupan por ella y la destrucción que llevará a cabo. La cosa se complica cuando siguiendolas en misiones rutinarias se encuentran con que se dirigen hacia un planeta con una civilización incipiente que casualidades de la vida tienen cierto parecidos con unos bichejos que aparecen en shows televisivos en la Tierra. Eso hace que el gran público reclame a los políticos un intento de salvación de esos seres, mientras la Academia pone en marcha toda su maquinaria y recursos para intentar salvara a esa civilización de la destrucción más absoluta que supone la nube Omega, pero siempre intentando respetar los principios básicos de no intervención ante la posibilidad de que la intervención de una civilización superior acabe con el mundo recién descubierto. Pero parar a la omega no va a ser fácil y salvar a los goompah sin que noten su presencia menos aún.

Nos encontramos con una novela de aventuras espaciales en el que se hace toda una disertación sobre la intervención y la naturaleza del hombre en contraposición a los goompah y a los intentos desesperados que puede llegar a hacer la humanidad para salvar a los desconocidos en la otra punta de la galaxia aun a costa de la integridad de los miembros de una expedición dispuestos a ayudar por la gloria en un primer momento pero sus motivaciones van cambiando poco a poco mientras en la Tierra la jefa de operaciones de la Academia mantiene la responsabilidad e intenta evitar que moscones de todo tipo se acerquen al planeta.

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