viernes, 12 de septiembre de 2008

La Orden de Tim Willocks


Un título, La Orden y en la portada del círculo unos guanteletes metálicos empuñando una espada con unas manos de mujer encima y una cruz.

Bien, ¿estamos hablando de la enésima novela de templarios pseudo histórica- mística- grialística? Pues si es eso lo que crees te vas a llevar un chasco. A Dios gracias.

Entonces ¿de quién habla esta novela? Esa cruz es la gran pista, pero la verdad es que es una pista complicadilla. Se conoce como la Cruz de Malta porque es el símbolo de los Caballeros de Malta, antiguamente conocido como los Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén o más sencillamente de los Hospitalarios, una orden de monjes guerreros que sobrevivió a la expulsión de Tierra Santa y a las cruzadas, a las persecuciones de los templarios y a mil y una aventuras más que los han traido hasta nuestros días cuando son considerados como un estado sin territorio, aunque ya no son monjes ni guerreros su labor principal sigue siendo la de ayudar a los enfermos y a los necesitados y dentro de sus posibilidades lo hacen 900 años después de su fundación.

Pero ¿que cuenta el libro? En 1565 los turcos campan a sus anchas por el mediterraneo y amenazan al imperio austriaco. En medio de estos enfrentamientos la isla de Malta donde desde hace más de 50 años se instalaron los caballeros hospitalarios tras perder la isla de Rodas frente a los turcos. Malta, situada estrategicamente en el centro del Mediterraneo entre Italia y África era la base desde la cual los Hospitalarios se dedicaban al corso y en definitiva a incordiar a los turcos al tiempo que impedían el acceso a las costas españolas y el apoyo a las flotas de piratas del norte de África que podrían reintentar la invasión de la peninsula ibérica al tiempo que la flota hispana en el mediterraneo se preparaba para la lucha frente a la armada turca. Bien. La decision turca fue atacar la isla para neutralizar ese incordio. Para ello simplemente pusieron en marcha la maquinaria bélica turca con mas de 30.000 hombres embarcados para la toma de la isla frente a los no más de 10.000 defensores de la isla, de los que los caballeros hospitalarios eran una pequeña parte de esa fuerza, aunque por entrenamiento, armamento y fanatismo eran la punta de lanza de esas fuerzas.

Muy bonito ¿pero y el libro? Bien, la orden de Malta se prepara contrareloj para la invasión sabiendo que el virrey de Napoles no sea arriesgará a enfrentarse a los turcos sin refuerzos de la peninsula y tan sólo envía unas pocas tropas de los tercios. Para prepararse la orden de Malta intenta reclutar a un aventurero alemán, que se hace llamar Tanhauser, antiguo capitán de los jenízaros. El aventurero tan sólo tiene una debilidad, las mujeres y la Orden lo intenta explotar aprovechando la necesidad de volver a la isla de una antigua noble, separada de su hijo al nacer, un hijo que permanece en Malta. Así la Orden promete a la mujer que si convence a al capitán podrá ir a la isla. Así la condesa engatusa al capitán y hace que se meta en la boca del lobo para buscar a su hijo a cambio de el título nobiliario que le dote de respetabilidad y ayude a sus múltiples negocios.

Enmedio de todo esto hay un malo, además de los turcos, claro está ¿y quién mejor que un inquisidor para el puesto? Pues eso, un inquisidor cabrón intriga contra la orden para conseguir que se someta al poder papal. ¿Y que mejor que una orden derrotada para ello? Porque los hospitalarios eran todos nobles y tenían un orgullo y arrogancia que ya la quisieran para sí muchos toreros. Asi que de hacer caso al Papa sólo lo justo. Y por supuesto el inquisidor se verá mezclado en la vida del alemán, la condesa y el resto de personajes que pueblan este libro.

Y en medio de esto la madre de todos los asedios, el asalto a Malta, un asalto descarnado donde no había piedad con los heridos en el campo de batalla y donde la isla acabó convertida en una gran ruina y donde la valentía y la locura se daban la mano una vez más, donde la busqueda del niño es casi imposible, donde los turcos no son tan malos y donde no se glorifica la lucha sino que se expone con toda su crudeza.

Y en medio de todo intriga, amor, sexo y sobre todo muchas aventuras y por supuesto peleas y la guerra. Y es que en la guerra hasta los malvados pueden demostrar valor y honor y los buenos dejan de serlo durante bastante tiempo. La verdad es que el libro esta bien escrito y parece que documentado y sin grandes pretensiones tampoco se mete en moralinas mostrando la crudeza de la guerra con bastante precisión y dolor.


Por si a alguién le interesa y aunque le chafe algo del libro se lo puede más o menos imaginar lo que pasó y como terminó el asedio de Malta. Tras todo un verano de asedio brutal en el que a las fortalezas de Malta habían ido cayendo tras defensas numantinas y cuando apenas quedaban defensores sanos ni defensas dignas de ese nombre y en el que los turcos a pesar de las terroríficas bajas tenían la victoria al alcance de la mano, los tercios entran en acción con todo su poderío. Se dice que cerca de diez mil hombres desmbarcaron y frente a unos turcos desmoralizados y machacados por más de tres meses de duro y sangriento asedio embarcaron a toda prisa sin poder evitar la matanza hispana y de los caballeros de los turcos rezagados.

La derrota para los turcos no fue más que un revés, pero evitó la posibilidad de tener acceso expedito a todo el mediterraneo situación que reforzó en la batalla de Lepanto aunque el desquite otomano implicó la recuperación de varias plazas fuertes al norte de áfrica, pero no la posibilidad de volver a amenazar seriamente al mediterraneo occidental con fuerzas distintas a las de los piratas berberiscos que se mantuvieron activos hasta fines del s XVIII y que fueron una autentica amenaza para las costas españolas.

Pero, esa es otra historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una novela muy buena, maravillosa, excepcional.
Vala la pena leerla ya que te deja un buen recuerdo.